Mariluz Zornoza Psicóloga

UN VIAJE A TU INTERIOR A TRAVÉS DE LA CELIAQUÍA/ TUS ALERGIAS

La semana pasada tuve el placer de participar con una charla titulada: Un viaje a tu interior a través de la celiaquía, en la semana de actividades que como cada año se realizaron por el día del celíaco.

Cada vez son más las personas que son diagnosticadas de celiaquía, así como de algún tipo de alergia. Esto está suponiendo un avance importante ya que con el diagnóstico temprano llega también la mejora en la calidad de vida de las personas que pueden tratar, con una dieta adecuada, los problemas de salud que lleva asociados.

Poder hablar de estos temas desde mi propia experiencia, me permite sentirme muy cerca a nivel emocional de las personas que han sido diagnosticadas recientemente y posiblemente estén transitando todas las emociones propias de estos momentos.

Tras el desconcierto e incredulidad que acompañan el diagnóstico, iniciamos un proceso de “duelo” por las pérdidas que tenemos que elaborar y dado que, la alimentación está vinculada a muchos momentos felices de nuestra vida, supondrá un proceso con una carga emocional importante que habrá que experimentar para salir reforzados.

Cada persona expresamos las emociones de forma diferente, dependiendo de nuestras experiencias anteriores, de nuestros aprendizajes y de las herramientas de afrontamiento que poseamos.

Entender lo que sentimos y por qué lo sentimos, darnos permiso para reconocer y vivir nuestras emociones, sin huir del dolor que nos provoca, nos ayudará a salir fortalecidos de esta experiencia.

El acompañamiento emocional va a ser fundamental en esos momentos, legitimar el dolor que se pueda estar experimentando por parte de las personas que te rodean, va a hacer mucho más llevadero el diagnóstico. Sin embargo no estamos en muchos casos, suficientemente preparados para acompañar en el dolor y esto puede provocar un profundo malestar con una sensación de tristeza, enfado, llegando incluso a situaciones de aislamiento social por el hecho de vivir el no reconocimiento de mis necesidades como un acto de discriminación.

Entender que, igual que nosotros vamos a tener que aprender a lidiar poco a poco con los nuevos hábitos, los demás también necesitarán un tiempo prudencial para poder entender nuestras necesidades y reconocerlas. Esto es fundamental para poder gestionar de la mejor manera posible estas primeras etapas.

No juzgar a los demás y no juzgarnos a nosotros mismos es el principio de amabilidad que puede guiar nuestros pasos durante una etapa de tiempo en la que, vamos a ir aceptando los acontecimientos poco a poco, hasta lograr integrarlos.

Realmente lo que más daña al ser humano no es lo que pasa, sino cómo reacciona a lo que le sucede, y no aceptarlo puede provocar entrar en una dinámica de la que le va a costar salir.

Las personas más resilientes viven el presente, sin las culpas del ayer o la incertidumbre del futuro, disfrutan de los pequeños detalles y se enfocan en los aspectos positivos.

La capacidad del ser humano para superarse, transformarse, reinventarse, crecer es infinita.

La felicidad no depende de lo externo, no está fuera sino dentro de nosotros.

Si sientes que ha pasado un cierto tiempo y te sigue costando aceptar tu nuevo diagnóstico es interesante que te dejes acompañar, ya que el solo hecho de poner en palabras lo que uno va sintiendo y pensando ante lo que te está sucediendo, registrar tus emociones y llevarlas a un espacio cuidado, te puede producir un alivio inmediato.

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