En un interesante documental emitido por Netflix, el neurocientífico David Eagleman se adentra en el proceso creativo de varios innovadores y explora formas sorprendentes y arriesgadas de estimular la creatividad.
Te recomiendo que veas este documental si este tema despierta tu interés, pero mientras tanto, te dejaré un pequeño resumen de las ideas principales por si te resultan de utilidad.
Casi todas las personas involucradas en un proceso creativo sienten plenitud cuando están creando, aporta felicidad y bienestar. ¿Cuántas personas sabrán esto? Quizá esa sensación de vacío que experimentan algunas personas o la depresión por la que puedan están pasando otras, pudiera estar vinculada con esta falta de chispas de creatividad.
Dado el poder de la creatividad para mejorar nuestras vidas, ¿cómo podemos aprovecharlo y ser más creativos?
Es interesante conocer en primer lugar cómo funciona nuestro cerebro , tiene una tendencia a escoger el camino más fácil, ya que está diseñado para dos cosas fundamentales, garantizar la supervivencia y el mínimo consumo de calorías. Por ello, él mismo crea estos patrones neuronales que le permiten trasmitir energía de la forma más eficiente posible.
Por tanto, ser creativo es el resultado de luchar contra una cualidad fundamental del cerebro humano, ya que consume el 20% de la energía del cuerpo.
El cerebro tiene tendencia a escoger aquello más fácil, elegir la respuesta más obvia, por naturaleza optará por las vías neurales que representan lo conocido, lo que ya hemos hecho antes.
La creatividad surge cuando nos alejamos del camino fácil, todas las buenas ideas están ahí, pero debemos escarbar en las redes neuronales, así que la primera forma de ser más creativo es profundizar y abandonar el camino fácil, intentar algo nuevo.
Si logramos dejar atrás aquello con lo que nos sentimos cómodos nos sorprenderá lo que puede suceder a nuestro alrededor.
Mientras que obligar al cerebro a probar cosas nuevas puede hacernos más creativos, hay otra faceta del cerebro que puede interferir con nuestra creatividad. Nuestros cerebros buscan la novedad, ansían lo nuevo y emocionante, porque lo viejo y familiar se vuelve cada vez menos estimulante.
Las ideas creativas deben existir en un equilibrio entre lo familiar y lo nuevo, lo cual nos lleva a la segunda manera en que podemos ser creativos, debemos ir más allá de los límites. El desafío es que hay una forma fácil de saber dónde está el equilibrio perfecto. Porque si haces algo muy aburrido te sentirás desmotivado y si haces algo muy loco nadie te seguirá. El truco es explorar el abanico de posibilidades, ir más allá de los límites para descubrir que es lo verdaderamente útil.
Por tanto, para descubrir que funciona establece un equilibrio entre lo familiar y lo raro.
Abandonar los límites de la comodidad es arriesgado, pero también puede ser lo más gratificante. Hay un límite de lo posible, ¿cómo sabes que estás cerca?
Nos movemos sobre una línea muy fina, la que es verdaderamente emocionante es la de la vergüenza o cuando piensas en decir o hacer algo que realmente te haga sentir incómodo.
Crear algo puede resultar una agonía insoportable porque corremos el riesgo de fracasar, lo cual nos lleva a la tercera manera en que el cerebro puede interferir en el proceso creativo.
El fracaso se siente horrible, por eso a menudo, lo evitamos. Pero debemos hacer lo contrario, no temerle al fracaso.
La realidad es que la mayoría de los éxitos surgen de las cenizas de los fracasos anteriores.
La clave está no preocuparse tanto por fracasar.
Así que para ser más creativos necesitamos:
- Intentar algo nuevo.
- Desafiarnos a nosotros mismos para salir del camino fácil.
- Empujar los límites.
- Crear algo que no sea demasiado nuevo, ni demasiado familiar, que esté en el medio.
- Dejar de temerle al fracaso.
La creatividad nos pertenece a todos, es la herramienta de transformación más poderosa que tenemos a nuestra disposición. Puede trasformar la vida de las personas y puede trasformar el mundo.
Ahora vivimos en una era de potencial creativo sin igual, en una explosión de creatividad donde el ritmo se acelera. Los trabajos que triunfarán dentro de veinte años todavía no existen.
Para tener éxito en el futuro debemos valorar la creatividad, salir del camino fácil y arriesgarnos, producir algo que nunca haya existido.
Mi reflexión:
En momentos como los que estamos viviendo, se hace especialmente urgente la reinvención. Estamos viviendo tiempos de gran preocupación para muchas personas que están viendo peligrar sus puestos de trabajo. No son momentos fáciles para nadie. Tal vez puede ser una oportunidad para salir de nuestra zona de confort y para poner en marcha este enorme potencial creativo que todos tenemos dentro y que ha podido estar dormido durante mucho tiempo. Todos tenemos cosas que aportar, si nos despojamos de nuestros miedos e inseguridades y apostamos por dar visibilidad a nuestras fortalezas sin la presión del temor al fracaso, en vez de lamentarnos y sufrir, es posible que podamos realizar interesantes aportaciones a nuestra sociedad, en un momento en el que inevitablemente las cosas van a cambiar.
¿Te atreves a iniciar este viaje apasionante?
¿Cuáles son tus ilusiones y proyectos que dejaste aparcados en un cajón?
¿Estás preparado para despojarte de tus miedos y del temor al fracaso?
¡ESTOY AQUÍ PARA TI!